La Guerra de la indiferencia

En 2022 hemos superado los 100 millones de personas que sufren desplazamiento forzado en el mundo, cuando no teníamos previsto llegar a esa cifra en este momento. La guerra en Ucrania ha hecho que el número ascienda hasta superar esa barrera. Es un hito terrible y refleja una situación de inestabilidad muy importante a nivel global, afirma Sophie Muller, representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en España. 

El 42% de los que huyeron el año pasado eran niños. Una de cada 88 personas en el mundo se vieron obligadas a huir de sus hogares. Muller dice: «Es un drama pensar que más del 1% de la población mundial se ve obligada a huir de su hogar y abandonar a sus familias para escapar de la violencia». Dato tomado del periodico Independiente.com 

 Si llegaste a este reglón de lectura lo que te puedo decir es “Gracias”. Estar listo para no ser un observador, sino ser parte de las miles de almas que queremos una sociedad, humanidad y un mundo mejor.  

Hoy estoy conmovida. Sonó el timbre de mi casa. Era el cartero que entregó un paquete de UCRANIA. Si, mi esposo Roberto encontró en internet que vendían un reloj conmemorativo y lo compró a un joven que vive en un pueblo de esa nación. Al abrirlo traía un moño con su bandera, y las instrucciones de cuidado en español. La belleza que en ese pequeño paquete traía en su interior, junto con el impulso de un ser humano que está viviendo la guerra y quiere sobrevivir a pesar de sus terribles circunstancias. El servicio postal de un país en guerra funciona y cumplió con su cometido.  

Este paquete viajó 8,881 KM aproximadamente. Un gran viaje para un hermoso reloj. Entre miedos, bombas, misiles, hambre, frío y desolación de miles de personas, viajó para dar la hora en otro continente.  

Todas estas personas de la estadística son parte de nosotros. Aunque se ve a la distancia. Ellos nos recuerdan que el poder y el ego pueden robarte tu vida entera como: la dignidad, el honor, la alegría, tu casa, tu tierra, tu país. Así, en lo profundo de tu ser vivir estas circunstancias hacen que tu interior se sienta desolado ante la indiferencia y el “no es mi problema». No tienes que ir hasta Ucrania, Siria o Palestina para ver la desolación de muchas almas. Puede ser que alguien cercano a ti se sienta desplazado, herido, triste por duelo o viviendo en soledad.  

Ve a los ojos, escucha el silencio y siente al otro. Eso nos da cercanía.  

Varsovia, Polonia.8 de mayo del 2022 

Aterrizó el avión y mi corazón latía agitado, estaba llegando al país que vi en muchas películas de la segunda guerra mundial y está cerca de la guerra actual.  

Al pasar los días vi un  país hermoso que no sólo es nieve y campos de concentración, pero sí vi de cerca la guerra. En el aeropuerto, estaciones de trenes y plazas vi el rostro de la tristeza, los desplazados con sus equipajes viajando a algún lugar del mundo a pedir refugio. 

 La escena que  quedó impresa en mi corazón fue cuando esperábamos el tren para ir a Cracovia. Al mirar otro andén salía un tren a Berlín y  con mucho amor los asistentes que tiene el gobierno de Polonia ayudaban a una señora con dos niños pequeños y su gato a subir al tren. Al lograrlo, estas 3 personas, voluntarias, se abrazaron y  aplaudieron al ver irse el gigante de acero con una familia que busca un lugar seguro. Yo estaba impactada.  

Vi a  familias que en sus manos llevaban una bolsa de papel con su refrigerio y en pequeñas mochilas todas sus pertenencias, en busca de un camino para volver a comenzar.  

El viaje para mi fue revelador, conocer una Polonia llena de hermosos lugares reconstruidos después de la guerra, disfrutar increíbles conciertos de música y a la vez estar tan cerca y ver con mis ojos a los desplazados, si esos de las estadísticas. Agridulce fue mi viaje pero agradezco haber tenido esa oportunidad porque me dio perspectiva de conectar con la compasión.  

Dice mi madre: “Nada es para siempre, y nadie tiene la vida comprada”, a lo que se refiere es que todo en segundos te puede cambiar. Perder tu salud, perder tu trabajo, perder tu casa, perder a un ser querido, por lo que abrirnos a la compasión ante el que sufre, ver al otro con la mirada dulce del amor, humildad, compasión, empatía, tolerancia y solidaridad nos da el regalo de mostrarnos en nuestra mejor versión.  

Las preguntas que surgen en mi son : ¿Como sería importante mostrar solidaridad? Alguien cercano o quizá el indigente de la calle, alguien en un hospital o enviar un mensaje de apoyo a algún amigo que esté pasando por algo difícil. Acompañar desde el corazón, auténticamente.  

 El reloj llegó a su destino. La reflexión que tengo es: ayudar respetando la dignidad del otro comprando, consumiendo su producto o servicio. Y no requieres comprar un reloj a una persona de Ucrania, pero si a tu amiga emprendedora, al nuevo negocio de tu zona, o alguien que te vende algo porque ves que quiere dignamente avanzar. ¡No regatees el precio! eso no te hace mostrarte  empático y compasivo. Ser generoso y valiente siendo fuente de poder para ellos.  

 No se mucho de política mundial, existen muchas organizaciones ayudando y creando la diferencia. A todas estas personas les envío bendiciones. Lo que sí puedo hacer es generar en ti un nuevo observador de quien estamos siendo como seres humanos y como nos mostramos ante nuestro entorno. Las preguntas poderosas son: ¿lo hago en forma positiva? ¿Con indiferencia? ¿Cómo estoy siendo con mi familia, colaboradores y amigos? Los juzgo, los critico o estoy siendo amorosa. Acciones como  generar empleo, vivir cumpliendo las reglas de mi entorno, ayudar sin esperar que te agradezcan, así como compartir de tu tiempo. 

Ser tu mejor versión requiere que te mantengas presente y propositivo ante cualquier momento o circunstancia que vivas. 

También, aquí en latinoamérica hay desplazados, gente sin hogar y  situaciones difíciles, tu y yo no podemos cambiar el mundo pero sí podemos cambiar nuestro entorno.  

Aprender las lecciones que nos da la vida es la magia de vivir plenamente. Con lo que tengo hoy, viviendo en presente y valorando  el regalo del hoy. 

Definitivamente no soy la misma desde que regresé de Polonia.  

Vivir como la hoja de cuidados que tradujo el chico de Ucrania que colocó  junto al reloj:  

  • Siendo amable contigo y con los demás. 
  • No golpes fuertes.  
  • No ahogar en angustia o preocupaciones.  
  • Cuidando  el amor hacia ti mismo y con las personas de tu vida.  

Que la indiferencia no te robe tu bondad, ternura y alegrías que tienes para dar a tu mundo. 

  Aquí te dejo fotos para que visualmente puedas conectar con esta historia y con la belleza de la humanidad. 

Con cariño  
Mayra Pineda